La Lactosa es el azúcar de la leche, y es un disacárido compuesto por Glucosa y Galactosa (figura 1).
Pero, para poder ser adecuadamente absorbida, la lactosa debe ser digerida en el intestino. Esto se consigue mediante una sustancia (enzima) llamada Lactasa que segregan las células del epitelio intestinal y que escinde la lactosa en sus dos componentes para que puedan ser absorbidos a la sangre con normalidad.
Pero hay personas cuyas células intestinales no segregan lactasa o lo hacen en una cantidad inferior a lo necesario. Se dice que estas personas están afectas de una HIPOLACTASIA que se define como la disminución de la capacidad de las células del epitelio intestinal para producir lactasa y digerir adecuadamente la lactosa. La consecuencia es la llamada INTOLERANCIA A LA LACTOSA, definida a su vez como el desarrollo de síntomas digestivos tras la ingesta de leche o productos lácteos, siendo los síntomas más habituales la diarrea, el dolor abdominal, la hinchazón, la producción de gases, etc.
La HIPOLACTASIA puede ser:
Primaria o genética, que puede variar según el origen étnico (más frecuente en población negra, indios americanos, asiáticos, judíos y mediterráneos)
Secundaria o adquirida, como consecuencia de un daño en las células de la mucosa intestinal productoras de lactasa (p. ej. tras una diarrea). Habitualmente esta forma suele mejorar tras un periodo variable de varias semanas con una dieta exenta de lactosa.
El diagnóstico diferencial de la intolerancia a la lactosa se establece habitualmente con la alergia a las proteínas de leche de vaca.
(Modificado de la Fundación Española del Aparato Digestivo)
En la medida en que una y otra (Intolerancia a Lactosa y Alergia a Proteínas de Leche de vaca) comparten algunos aspectos comunes, como la fuente del problema (la leche), algunos síntomas (síntomas digestivos),… es aconsejable el oportuno diagnóstico diferencial que, en muchos casos pasa por la realización de un test de lactosa.
Como se puede ver en la tabla, se puede diagnosticar la Hipolactasia por diferentes métodos. Desde fecha reciente está disponible la determinación el test de lactosa en orina. Se trata del LacTEST Gaxilosa® que, de forma resumida, consiste en que el paciente compra en la farmacia un sobre de dicho test, recoge la orina durante las siguientes cinco horas y, una pequeña muestra de dicha orina, tras la dilución con un tampón, se añade a una tira reactiva que se introduce en el medidor BIOLAN® (figura 2) el cual, en 30 segundos, nos confirma o descarta el diagnóstico de Hipolactasia.
Se trata de una técnica no invasiva, útil en niños y adultos, muy fiable y reproducible, que contribuye a aclarar dudas respecto al origen de los síntomas del paciente.
